sábado, 2 de mayo de 2009

El miedo se combate con información: no a la discriminación contra mexicanos en el exterior


Hola, pues aquí sigo con este tema de la influenza porcina ahora rebautizada A/H1N1 (lo hicieron para que todos pudiéramos vernos más cultos al utilizar avanzada terminología científica y para que la gente no dejara de comer cerdo y para que también dejaran de matarlos en Egipto, bola de sádicos y desinformados.) El caso es que después de varios días de confusión, alarma y aturdimiento, las cosas parecen poco a poco retornar a sus niveles clásicos de relativa normalidad. Los medios internacionales comienzan a poner como nota principal del día la histórica goleada que le dió el Barcelona al Madrid (6-2), y el tema de la influenza pareciera que va quedando atrás. Sin embargo hay un tema que me está causando pena e indignación: la discriminación contra mexicanos en el exterior.

Empecemos con algo ligero: ya antes les había dicho que me causa mucho interés pensar en cómo recordaremos los mexicanos este hecho en el futuro. Quizá algún día tengamos una conversación así: "-¿Te acuerdas de una vez que hubo una epidemia en la Ciudad de México? -Sí claro, recuerdo que estaba viendo las noticias y dijeron que se suspendían las clases, y al día siguiente salí a la calle y toda la ciudad parecía un gran quirófano, todo mundo con tapabocas azules: los policías, los payasos, los limpiaparabrisas... ¡hasta los coches!"


(Una vez más pido aplausos para el ingenio mexicano)

Bien, ya en una entrada anterior decía que me llaman mucho la atención las diferentes repercusiones sociales y psicológicas que todo este asunto de la epidemia está y seguriá causando. Hace poco les mostraba un video que ojalá ya hayan visto todos. La canción es pegajosa.

Pero bueno, pongámonos serios un momento y volvamos a las consecuencias sociológicas de esta situación. Por un lado, veo con curiosidad el alejamiento en la interacción social entre los citadinos. Durante varios días, los besos y abrazos se redujeron casi al máximo. La gente trata de hablar lo menos posible cuando sale a la calle, cuando está en el metro, en el supermercado, etcétera. El espacio real entre unos y otros es cada vez más grande por miedo al contagio. Varios parques amanecieron semivacíos el pasado 30 de abril a pesar de que ese día se festejaba el Día del Niño. Los cines, los bares, los restaurantes, puntos clásicos de reunión e interacción social, están cerrados y como consecuencia lógica muchos hemos tenido que padecer un enclaustramiento muy extraño.



De cualquier manera no creo que esto que estoy describiendo sea un asunto verdaderamente grave, finalmente pasará. [Por ejemplo, hoy se anunció que apenas hay 12 muertes confirmadas por el virus AH1N1 en México y que desde hace dos días no se ha registrado ningún deceso.] Simplemente apunto que se me hace curioso ver cómo aquí en la Ciudad de México el contacto personal se ha reducido a niveles nunca antes sospechados sobre todo teniendo en cuenta que, por lo general, los mexicanos no somos personas frías y alejadas, sino muy por el contrario, estamos acostumbrados a saludar a casi todos de manera muy cercana (beso para las chicas y abrazo para todos, aunque sean personas que acabamos de conocer). Pues bien, todo eso ha cambiado un tanto. Curiosamente acabo de leer una nota de un periódico que se titula "Se vacía la Ciudad de México de besos y abrazos."

SIN EMBARGO, el temor al otro se comienza a radicalizar, y veo con un poco de pena y con bastante molestia que uno de los efectos más notorios de la desinformación y de la paranoia colectiva ha sido el rechazo de los mexicanos en el exterior. Según esta nota en los últimos días se han multiplicado los casos de mexicanos que tuvieron que soportar actitudes hostiles en la calle, tiendas, casas de cambio y restaurantes en Buenos Aires. Pero eso no es todo, como pueden leer aquí, en Colombia el secretario de Salud ordenó la cancelación de todos los eventos y conciertos de mexicanos que se realizarían en Bogotá en mayo y junio. Argentina, Ecuador y Cuba dejaron de recibir vuelos provenientes de México. En un caso también extremo, China decidió poner en aislamiento de siete días a una familia de mexicanos que ni siquiera presentaban síntomas de contagio. Ante este cúmulo de situaciones la Secretaría de Relaciones Exteriores emitió una queja en voz de nuestra canciller Patricia Espinosa: "Lamentamos profundamente las acciones y reacciones que algunos gobiernos de países hermanos han tenido para con nuestros ciudadanos en el exterior", afirmó.

(Autoridades sanitarias chinas aislaron a varios huespedes de un hotel por un posible caso de contagio)

Entiendo el miedo que provoca la idea de contagiarse de un nuevo virus y lo que sea, pero se me hace muy triste ver que algunos gobiernos y muchas personas estén tomando medidas motivadas más por la histeria que por un análisis claro de cómo se transmite el virus. La misma Organización Mundial de la Salud ha sido reiterativa en decir que "no recomienda cerrar las fronteras y no recomienda las restricciones para los viajes", esto en palabras del doctor Keiji Fukuda, el especialista en gripe de la organización con sede en Ginebra. "Desde una perspectiva internacional, cerrar las fronteras o restringir los viajes tendría un efecto muy poco efectivo, si no es que ninguno en absoluto, para detener el movimiento de este virus".

Pero más allá de lo que hagan los gobiernos, me pesa leer algunos comentarios hechos por españoles en Elpaís.com y Elmundo.com, de colombianos en Eltiempo.com o de venezolanos en El-nacional.com o de argentinos en Elclarin.com, etcétera, que se nota que no tienen ningún tipo de información confiable sobre el virus y su transmisión. Además, seamos coherentes: apenas 397 personas de 107 millones de mexicanos han resultado tener esta enfermedad, de ellos se han muerto 17. ¡Caray, la gripe normal mata más personas en cualquier país! Se estima que en Estados Unidos mueren casi 40 mil personas al año por influenza estacional y no se cierran las fronteras ni se suspenden vuelos ni sus ciudadanos son vistos como portadores de virus. Lean aquí este artículo del American Journal of Epidemiology de la Universidad de Oxford. Además México no es el único país con casos de influenza AH1N1, tan sólo Estados Unidos y Canadá tienen casi 200 enfermos confirmados y no se han tomado medidas contra estos países ni contra sus ciudadanos.

En fin, yo sé que este blog tiene lectores constantes u ocasionales de varios países de Iberoamérica, por lo que les pido que ustedes no caigan en los mismos comportamientos de rechazo y discriminación. El miedo se combate con información, así que si quieren información clara y detallada sobre el virus, sobre su transmisión y sobre las medidas de prevención les dejo el link a una de las mejores entradas que he leído sobre todo este asunto. Hagan click aquí.

La recomendación más común es la siguiente: uno puede reducir fácilmente los riesgos de contagio simplemente lavándose sistemáticamente las manos. Venga, a lo que voy es que nuestros compatriotas en el exterior no se merecen el trato de apestados que algunos les están dando.

Sólo como corolario: hay quienes creen que esto de la influenza es una derivación de la "Venganza de Moctezuma" y del "Efecto Tequila". Jaja.

1 comentario:

pal dijo...

"La venganza de Moctezuma" jaja!...en fin...cualquier pretexto es bueno para discriminar...el miedo es un gran enemigo y estoy de acuerdo contigo: la información es un buen antídoto...

P.D me encantó el tapabocas para el carro!! jaja!