lunes, 29 de marzo de 2010

"Porque aunque no quieras, también te toca" 3

Me agrada que la sección "politicosa" de Desideratum comienza a afianzarse gracias a los blogueros que han decidido participar y a los lectores que van dejando sus comentarios. El siguiente es un post sobre política y libre mercado. Sin mayores introducciones, los dejo con el post de @kyuutz, el iconoclasta favorito de muchos de ustedes. Críticos del capitalismo salvaje, defensores del libre mercado: atásquense.

Falsas Libertades.

Por Kyuutz.

La economía y la política. Dos de las materias que resultan más estériles y aburridas para la inmensa mayoría de la población (incluso entre aquellos que se autodefinen como "cultos"). Hablando de odio generalizado de la población en un campo de estudio, creo poder afirmar que solamente las matemáticas generan más rechazo. Curioso: estamos hablando justamente de esos puntos que las personas que ostentan el poder dominan a la perfección, ya sea que hablemos de poder político o económico. Los grandes financieros son buenos matemáticos... muy limitados, pero buenos.

Se dice ahora que la información es poder. Yo digo que esa información solamente puede transformarse en poder real si estás colocado en el lugar correcto. Pero tiene un efecto que no es despreciable para el resto: si sabes aprovechar esa información, te conviertes en una persona a la que no engañan tan fácilmente, que sabe defenderse y que tiene una opinión racional. Y esto, nuevamente si se utiliza del modo correcto, tiene influencia en las personas que te rodean.

Una de las cosas por las que más deberíamos interesarnos es por el destino (aunque me cague la palabreja) de nuestro gobierno y de muchas empresas, y las acciones que toman para influir en nuestra vida. Yo no tengo nada en contra de la gente que se declara "apolítica", pero sí tengo mucho en contra de la gente que es rematadamente pendeja. Y dentro de este sector puedo mencionar a todos aquellos a los que conceptos como democracia, comunismo, libre mercado, dictadura y similares les suenan como a transformadas de Fourier explicadas en hebreo por un oso panda. No es lo mismo ser un "apolítico" informado que un pendejete que se tumba a ver 6 horas de televisión basura para después afirmar "psss es que eso de la política me da hueva y pss de todos modos no podemos hacer nada iraaaaa".

Uno de esos temas, probablemente el que más influye en nuestro modo de vida, es la teoría económica y el sistema conocido actualmente como "libre mercado" o "libre empresa."

Muchas personas se han preocupado por lograr sistemas democráticos en los países. Se argumenta que la democracia es uno de los mejores sistemas de gobierno y que mediante el consenso de las mayorías se puede definir el rumbo de un país (entendida como un conglomerado político-cultural), tomando en cuenta las opiniones de las minorías. Esto genera bienestar social, y sobre todo, se pueden vigilar los excesos de poder, que es una tentación frecuente entre las personas que gobiernan (elegidas por una mayoría de ciudadanos) ya que en cualquier momento pueden ser removidos por el mismo grupo social que los eligió. Eso es la teoría, claro.

Pero muy al margen de una discusión sobre la democracia, sus beneficios y sus fallas, existe la duda de si algo sirve dicha democracia política actualmente, si tiene injerencia entre quienes realmente detentan el poder. José Saramago mencionó en un discurso en 2002, durante el foro mundial de Porto Alegre (y perdonen por citar a una "vaca sagrada"... aunque quienes lo llaman así dudo que lo hayan leído a profundidad) ciertas palabras duras y lapidarias sobre la democracia (acá la cita entera):

[...] El elector podrá quitar del poder a un Gobierno que no le agrade y poner otro en su lugar, pero su voto no ha tenido, no tiene y nunca tendrá un efecto visible sobre la única fuerza real que gobierna el mundo, y por lo tanto su país y su persona: me refiero, obviamente, al poder económico, en particular a la parte del mismo, siempre en aumento, regida por las empresas multinacionales de acuerdo con estrategias de dominio que nada tienen que ver con aquel bien común al que, por definición, aspira la democracia.

Claro, los partidarios del libre mercado en su versión "extreme" dirán que esto no es cierto, que ese sistema económico es democrático, ya que permite elegir a los usuarios cuándo y qué comprar. Puede definirse como "un proceso en el que muchas personas actúan de manera individual, movidas por iniciativas personales, realizando intercambios entre sí y sin intervención gubernamental que oriente esas acciones." El gobierno no interviene de ningún modo, mas que para facilitar el campo para que esas relaciones comerciales se lleven a cabo sin contratiempos, y que todo mundo pueda adquirir lo que quiera en la cantidad que su sueldo lo permita y todo mundo será feliz porque podrá comprar muchas cosas y reinarán los cielos en la tierra y así.

Lindo, muy lindo. Pero hay que recordar las enormes diferencias entre práctica y teoría. En primer lugar, creer que todo lo que hace el estado es malo y que todos sus servicios son malos y que todo lo que hacen las empresas es bueno es una generalización idiota. En segundo lugar, hay que aprender que no todo es una mercancía.

No es un mecanismo puro el que determina los precios, ni el encuentro de oferta y demanda actuando sin relación alguna con su entorno social. El mercado siempre opera en un contexto social, y éste incluye normas legales y mecanismos reguladores. NO es un proceso perfecto. Y eso significa que está sujeto a los intereses de una compañía o muchas para que la balanza se incline a su favor, y dependiendo de su tamaño e influencia esto puede provocar que incurran en prácticas ilegales. Prácticas que debería castigar el gobierno, pero debido a la influencia y poder de algunas empresas, no lo hacen, o por lo menos no como deberían.

Microsoft, por ejemplo. El ejemplo recurrente de compañía exitosa, nacida en el seno de un sistema económico de libre mercado (o lo más parecido a ello). Ofrece productos a los consumidores, que aparentemente son lo que ellos buscan. Su éxito radica en la sencillez para manejar sus sistemas operativos. No es el mejor, pero es lo que los usuarios de computadoras quieren y tiene un éxito impresionante. Tanto, que en sus mejores momentos llegó a dominar hasta el 95% del mercado de software. Actualmente, se conforma con un miserable 89.62%. Si eso no es peligrosamente idéntico a un monopolio, entonces no sé lo que sea. Entonces, ¿dónde queda la afirmación de que el libre mercado impide los monopolios? Tiene que aparecer la odiadísima intervención gubernamental para aplicar las leyes antimonopolio. Que resultó fallida en la práctica. Fueron obligados a partirse entre las divisiones de sistemas operativos y las aplicaciones de internet. Pero el cuerpo central de la empresa sigue siendo el mismo. ¿Dónde queda la libertad para elegir, el mecanismo de oferta y demanda, las limitaciones a las compañías que abusan de su situación de poder para, por ejemplo, manipular juicios a su antojo?

Otra afirmación común es acerca de los enormes beneficios de estas inversiones en países subdesarrollados o en vías de desarrollo. Claro, como en Nigeria; país al que Shell ha llenado de bondades, como contaminar masivamente el delta del Níger, provocando enfermedades en su población, sin hablar, claro, de la persecución sistemática a los opositores de los abusos de poder de la empresa (si, aunque ese término está tan relacionado al poder político). ¿El libre mercado solito va a castigar a la empresa de manera justa? ¿Shell le informa el modo en que obtiene petróleo a sus consumidores?

A mi parecer, no hay mejor defensora de este sistema económico que Ayn Rand (la cito a ella porque personajes como Milton Friedman o Francis Fukuyama me resultan francamente repulsivos). Y que me perdone Ayn, porque "The Fountainhead" es uno de mis libros favoritos de todos los tiempos. Así que hagamos un juego: mencionaré algunas de sus frases y veremos lo que puede decirse respecto a ellas:

  • "El capitalismo no es meramente práctico, sino que es el último sistema moral de la historia." Oh, claro, ya vimos que Enron, Microsoft, Shell, y Bayer, por sólo citar algunas, son muy morales. Ah sí, es que ella habla del concepto de "libertad individual", que me parece maravilloso, con la salvedad de que somos ANIMALES SOCIALES y en ocasiones debemos pensar en el bien común. Si, coincido con el individualismo, pero no hasta el punto de volvernos enajenados sociales. Para más referencias, consultar "El Mono Desnudo" de Desmond Morris, sólo como ejemplo representativo.
  • "Es el mercado libre el que hace imposibles los monopolios." Seguro que sí. Si funcionara de manera perfecta. Y NINGÚN sistema humano funciona de manera perfecta.
  • "El capitalismo ha sido el único sistema de la historia en el cual la riqueza no se ha adquirido mediante saqueo, sino mediante producción, no por la fuerza, sino mediante el comercio, el único sistema que ha defendido el derecho de los hombres a su propia mente, a su trabajo, a su vida, a sí mismos." LOL, ¿United Fruit Company, dice usted?
  • "El capitalismo ha creado los mayores estándares de vida jamás conocidos en el mundo. La evidencia es incontroversible. El contraste entre Berlín Occidental y Oriental es la demostración definitiva, como un experimento de laboratorio a la vista. Aún así los que más alto proclaman su deseo de eliminar la pobreza son los que más alto denuncian el capitalismo. El bienestar humano no es su objetivo." Pero señora, en el capitalismo siempre habrá ricos y pobres, no puede haber eliminación de la pobreza, eso es una falacia. Siempre habrá empresarios y empleados, y estos últimos están obligados a vender su fuerza de trabajo a precios irrisorios, porque están determinados por oferta y demanda, y en un sistema de competencia tipo pez-grande-come-chico, quien ofrezca lo mismo a menor precio es contratado. Y eso provoca que los sueldos vayan cada vez más a la baja.

Y ya que estamos hablando de pobreza, pasamos a temas del "bien común" (¡horror!) como la seguridad y asistencia social. Siguiendo la lógica de mercado, la salud es sólo otro producto, que, por lo tanto, está sujeto a las fluctuaciones, nuevamente, de oferta y demanda. Si una población es abundante, la demanda de servicios médicos aumentará. A mayor demanda, suben los precios. Por lo tanto, el que no pueda pagar se jode. Si, "el único sistema moral de la historia." Es ahí donde entra la seguridad social estatal, cosa que les causa ámpulas y espasmos a los defensores de libre mercado, pero que es lo único que garantiza el derecho a la salud de las poblaciones desfavorecidas. Analizándolo, la oposición a la asistencia social es parte de un problema de un egoísmo de niveles ridículos ("¿Por qué debo pagar con mis impuestos la salud de esa gente?") combinado con ingenuidad ("que el estado otorgue vales para que obtengan atención de servicios médicos privados"). Ese prejuicio de que las instituciones de salud no sirven para nada está motivado, además, por el mal servicio que se otorga en esos lugares en el primer nivel de atención. Pero, si me preguntan, prefiero ser operado en el Instituto Nacional de Cancerología o en el Centro Médico Siglo XXI que en el Hospital Ángeles en caso de tener una enfermedad grave. Analicen las cosas objetivamente, Chicago boys.

¿Y qué ocurre con todo aquello que no puede ser tasado, etiquetado, envasado, comprado? El arte, por ejemplo. ¿Los museos que no produzcan suficientes entradas económicas deben desaparecer? Por no hablar de la invasión publicitaria en todos los aspectos de la rutina cotidiana: anuncios en la tele, en la radio (cortes comerciales y anuncios dentro de los programas), en los medios impresos, en internet, en la calle. Ya sé que eso les gusta a los botarates a los que cosas como Picadilly Circus o Times Square se les hacen bonitas, pero yo no quiero ver todo el tiempo el espacio público invadido de publicidad constante, incitándome a obtener la felicidad por comprar una lavadora. La necesidad inventada de obtener siempre satisfacciones rápidas a precios razonables.

Puedo decir, entre muchas otras cosas (que harían mucho más extenso este armastrote) que así como los hombres se mueven en función de intereses personales, que muchas veces son bastante cretinos, así también se mueven los mercados. Un mercado satisface demandas, no necesidades. La racionalidad económica no implica una comprensión completa del comportamiento humano, y su uso exclusivo genera problemas como desequilibrio ecológico, contaminación, extinción de recursos, crisis cambiarias y financieras, pánicos bancarios, fuga de capitales... La política económica aplicada por el gobierno se concentra en buscar estabilidad de precios, tasas de interés, tipo de cambio y crecimiento económico, y deja en un segundo o tercer plano el bienestar social y las consecuencias que dichas medidas puedan tener sobre él. Por eso se habla en México de "neoliberalismo"; aunque los defensores de tal sistema económico digan que eso no existe en el país, son medidas impuestas por los organismos financieros internacionales, y QUE NO HAN FUNCIONADO. Y no, no siempre es por culpa del mal manejo de las variables económicas que hace el gobierno. Me recuerdan a los médicos medievales, que todo querían curarlo con sangrías.

Por eso surgen bolonios con sistemas de "pensamiento" de tipo victoriano, como Francis Fukuyama y su "fin de la historia." Estos zoquetes piensan que ya no habrá luchas ideológicas, que la diferencia entre izquierda y derecha debe ser por libertades sociales, pero dejando el modelo económico intacto. Ajá, como no. Para acabarla de empeorar, somos demasiados: demasiada gente en el planeta compitiendo por recursos limitados. Y ello lleva a la guerra.


Durante una discusión sobre este tema en twitter, alguien me dijo respecto a la guerra (que es necesaria para sustentar el mercado): "lo que pasa es que vives en un mundo rosa. De hecho, si México hubiera tenido más guerras, estaríamos en mejores condiciones económicas. Y lo que me dices respecto al dolor de la gente que muere en una guerra, me tiene sin cuidado. La gente vive y muere todos los días, y el triunfador en una guerra obtiene más altos niveles de vida". Que padre. Te das una idea de cómo piensan estos botarates y su mezquinidad clasemediera.

¿Un ejemplo de un sistema económico que no sea tan devastadoramente agresivo? Simple: Noruega. Niveles de vida excepcionalmente altos, promovidos por el funcionamiento eficiente de la combinación entre empresa y estado. Es muy simple: el libre mercado NO FUNCIONA SOLO.

El estadista francés Lionel Jospin mencionó alguna vez que "no estamos en contra de la economía basada en el mercado, sino de la sociedad basada en el mercado". El problema es que la última es consecuencia de la primera.

También se dice que "un estado, cuando es lo suficientemente poderoso para limitar la libertad de empresa, también lo es para quitarte tus derechos". ¿Y qué ocurrirá cuando las empresas sean lo suficientemente poderosas como para quitarte esos mismos derechos?



P.D. Como no va a faltar el taradazo que diga "es que seguramente eres un mantenido del estado!!!11!uno!" les comento rápidamente: trabajo en una empresa que otorga servicios para bancos, y soy valuador inmobiliario y agente de bienes raíces; no tengo prestaciones y gano conforme a la cantidad de trabajo que realice, además de llevar mi propio negocio de diseño arquitectónico. Y dicho esto, ahora sí, que comience el debate. Será divertido.

16 comentarios:

Aquiles Digo, antes Jordy dijo...

Caray, mi estimado. Buen post. Lo primero que leí fueron las citas y dije "Sin duda las citas son de Friedman, sólo un loco-clavado como él podría pensar algo así", pero ya vi que son de otra persona. Es increíble, realmente increíble, que haya defensores del libre mercado tan ciegos. Es totalmente paradójico que el "mundo libre" hizo todo por acabar el "yugo del comunismo" porque veían en éste una ideología totalizadora, falsa y malévola para la raza humana.

Es mi primer comentario, pero voy por partes.

Aquiles Digo, antes Jordy dijo...

De hecho, me faltó cerrar la idea. Es paradójico que se haya atacado con tal virulencia al comunismo, siendo que el capitalismo es también una ideología basada en cuasi-dogmas de fé. El análisis es bueno, pero creo que salta a la vista que falta una propuesta concreta. Si las ideologías aún no "han muerto", ¿cuál sería la mejor para enfrentar estas terribles desigualdades?

Las personas de sentido común entenderán los excesos del capitalismo, pero un socialismo real tipo Cuba, RDA, URSS no llamará la atención de muchos. Por eso la simbiosis entre democracia y libre mercado: puede ser que haya errores en todos lados, pero al menos te tranquiliza pensar que tus decisiones (como votante, como consumidor) cuentan.

TORK dijo...

Carajo. Nomás leo u oigo nombrar a Panchito Fukuyama y me salen ronchas.

En fin. Sin ser yo un entendido de las teorías económica y política (gran error de mi parte) estoy, en términos generales, de acuerdo con tu entrada. Los sistemas económicos no son morales o inmorales por sí mismos. Será su aplicación la que determine su curso moral.

Soy acérrimo enemigo del libre mercado y rojo contumaz. Por eso veo y señalo que el socialismo, que se proclamó como la panacea frente al capitalismo salvaje, también valió madre por su aplicación práctica siendo que, teóricamente es superior al capitalismo.

Las ideologías no mueren. Aún aquel que se pronuncie contra toda ideología lo hará desde una postura ideológica. Y aunque coincido con Jordy en que no hay a la vista ninguna propuesta, el primer paso para encontrar un remedio es realizar el diagnóstico.

Saludos.

Unknown dijo...

Y bien... leyendo esto puedo llegar a la conclusion que el Libre Mercado, tal cual es para mi algo interesante, siempre y cuando no permitas que uno ajeno a tu soberania tenga control sobre el tuyo.

En terminos estrictos, considero que el Libre Mercado deberia ser controlado como tal, por la simple naturaleza de permitir la competencia tal cual debe ser sin provocar estragos en los nacionales.

El monopolio es una debilidad del Libre mercado, en la practica, pues al no diagnosticas la realidad (misma que menciona Tork) no hay capacidad para entender el potencial de los propios y asi limitar la presencia de transnacionales.

El libre comercio no es un mal teoricamente hablando... asi como no lo es ni el comunismo ni el socialismo. Lo malo aqui y en cualquier sistema es el EGO de todo ser humano. Politico, empresario, consumidor... Y es el ego que nos impulsa a actuar de una forma y otra.

Finalmente el ego es nuestro otro yo, el que quiere todo a como de lugar.

Reconocible es la capacidad de Slim para generar, innaceptable es el tiempo que impidio su monopolio permitir que el consumidor tuviera mejores o mas opciones de telefonia, en un caso, de sus decenas de monopolios.

Y finalmente sigue teniendo control de la oferta puesto que renta a los otros pequenios competidores... sigue el monopolio indirectamente.

Despues de todo cada quien hace con el sistema (teorias) lo que mejor conviene a su ego (intereses)
Y antes que me pierda... el Libre Comercio para mi es una teoria simplemente interesante si se aplicara lo mas cercano posible a sus principios.

Coordinando con los de otros sistemas, (repito, comunismo y socialismo son buenos).

La famosa Union Europea, aun con sus ligeros, y otros no tanto, tropiezos son muestras de que tanto se protege lo propio para permitir despues la entrada de otros ajenos a... tuvieron que sortear grandes decisiones, dias negros, pero aclaro y entiendo, no es lo mismo una economia mas o menos o ya bien establecida, que una economia tambaleante... Luxemburgo el pais mas rico de europa y con mayor ingreso percapita superior a USA (si no mal recuedo) tuvo que hacer ajustes a su economia domestica para no alterar su posicion...

En Mexico la economia domestica solo es apoyada en publicidad y discursos babosos... pero en realidad son limitados los apoyos, cuando tenemos tanto...

Pero no es un asunto de va pues empecemos.. es un asunto de diagnostico REAL Y ESTRICTAMENTE ECONOMICO.

Lo habra??? el ego de tantos pone a merced de un destino impredecible a cada consumidor que tiene cada dia el reto de aprender a planear sus finanzas personales. No hay mas.

Libre comercio... es para mi, una teoria tan aceptable como lo es el comunismo. Solo hay que saber llevarlo... por humanos y economistas bien establecidos, no politizados.

visiten mi blog hehehe no es de este estilo pero si es mas literario, escribo sin ser escritor profesional...

Unknown dijo...

Yo, como el Bizcocho (jajá), estoy de acuerdo con tu entrada en términos generales. Hay algo, sin embargo, que me gustaría destacar de lo que dices: el factor humano.

Como ya se dijo, ningún sistema político-económico es perfecto y menos si consideramos cosas como las motivaciones personales de los líderes del mundo. Ello lleva a que asuntos como el socialismo (tan idealizado) no haya funcionado y el capitalismo (tan libertador él), tampoco.

Excelente post, amigo.

Sabandija dijo...

Para los babas que desdeñan la política y las matemáticas: todo acto es político, y las matemáticas están presentes en todo el universo. Si no se interesan por eso, no se interesan por nada, empezando por ellos mismos.
Yo no estudié política ni economía ni matemáticas, pero para entender el sistema económico actual me ha ayudado mucho leer a Morris Berman, quien además aventura propuestas para enfrentar la situación (bueno, eso fue en el penúltimo libro, porque en el siguiente ya no incluyó propuestas de esperanza ¿será que ya no la hay?)
Saludos

FriedmanHayek dijo...

Que no se diga que no acepte la invitación a comentarios que hiciste en Twitter. La verdad es que, en el fondo, no creo estar en desacuerdo con muchas de las cosas que pones, aunque si en la perspectiva de verlas. Y es que tu caricatura de los liberales (o libertarios o libremercadistas o como los quieras llamar) es tan simplista como decir que todos los comunistas son pseudoguerrilleros con armas ocultas en sus casas, listos para iniciar "la Revolución" (y no, no estoy afirmando que eres comunista).

Y ese es el error de fondo en tu comentario. Tomas demasiado personal una visión de lo que es un “libremercadista” caricaturesca y ADEMÁS te lanzas a despotricar contra lo que llamas el capitalismo, mezclando peras con manzanas.

Inciemos con la caricatura. Yo no creo que la mayoría de los que nos consideramos liberales (libertarios o neoliberales) somos unos anarquistas de clóset. Nuestro cuerpo de pensamiento proviene de la idea que si bien es óptimo dejar a los seres humanos con el mayor grado de libertades posible, al final somos animales en una sociedad donde se tienen que poner algunos límites y reglas con gobiernos a la cabeza de los Estados.

Al mismo tiempo, sabemos que un gobierno lo forman hombres, susceptibles a la corrupción y a sus errores. Con 5,000 años de historia como prueba, los gobiernos, cuando son absolutos, cometen más errores e injusticias que aciertos. Por lo tanto, creemos que no se les puede dar carta blanca a los gobiernos para hacer lo que quieran. Y por eso, buscamos que las sociedades les pongan límites a la autoridad del gobierno. ¿Todo lo que hacen los gobiernos es malo? Claro que no, muchas cosas son buenas y/o necesarias, pero eso no quiere decir que debas confiar automáticamente en los gobernantes.

En lo personal, no entiendo por qué algunas personas pueden estar de acuerdo con lo anterior cuando se trata de limitar las tiranías políticas y apoyar las democracias, pero creen que un gobierno si puede ejercer efectivamente la “regencia económica del Estado”, sin que existan los mismos vicios, los errores garrafales que destruyen más que construyen o se inventen defensas del “bienestar público” para darle a sus cuates o a “las transnacionales” (con una mordida) una serie de privilegios especiales.

Y si, eso del “bienestar público” o “utilidad pública” nos da ronchas, pero no por la concepción simplista del por qué. Nosotros no estamos en contra de medidas que ayuden a todos o la inmensa mayoría de los individuos. Lo que sabemos es que es medir ese bienestar es casi imposible, y la historia nos ha enseñado que ese terminajo le sirve a gente como Hugo Chavéz o Luis Echeverría para destruir la economía de sus países, a Hitler para mandar a judíos, homosexuales y gitanos a los hornos, o al Senador Mcarthy para limitar la libertad de expresión por encontrar la “conspiración comunista”.

Lo que me lleva al famoso “libre mercado”. Cuando menos trabas se le ponen al intercambio, como a cualquier otra libertad, y se crean instituciones de defensa de las propiedades y los derechos comerciales, las sociedades prosperan. Eso es el simple principio de la “mano invisible”. No es una declaración anarquista de “mueran los gobiernos y todo lo que hacen”, es que se pongan las instituciones que sabemos que funcionan para que los mercados (los cuales han existido y existirán independientemente de lo que digamos) se ejerzan en función de las libertades. Lo “moralmente superior” del libre mercado es que a una actividad que de cualquier forma existe se le da el ejercicio de una libertad y suele ser más benéfica en su ejercicio que cuando está controlada por los amigos del dictador en turno y sus compinches. Hablaremos más de ese beneficio.... (CONTINUA I)

marichuy dijo...

"Es el mercado libre el que hace imposibles los monopolios." Jajá y su nieve de qué sabor?

El neoliberalismo extremo produce no sólo lo que mencionas, monopolios, también, extrapolaciín en la distribución de la riqueza.

Mientras no se dé un desarrollo económico y se creen las condiciones para una justa distribución de la riqueza generada en una Nación (es decir, se deje atrás la idea neoliberal de que por goteo, algún días los jodidos del último escalafón recibirán algo), así seguiremos.

Para Panchito Fukuyama, desde París con amor:

«El problema de hablar del fin (en particular del fin de la historia) es que uno debe hablar de lo que hay más allá del fin y también, al mismo tiempo, de la imposibilidad de finalizar». Jean Baudrillard

Saludos Kyuuketsuki

Friedman Hayek dijo...

(CONTINUA) El libre mercado genera estructuras industriales afines con el deseo por el bien producido y los costos asociados con el bien que se esté produciendo. ¿Puedes tener monopolios? Claro, pero no existe la evidencia que éstos sean sostenibles ya que eventualmente alguien llega a competirles. Si quieres, hablamos de los fenómenos de “organización industrial”. Lo que te puedo decir es que claro que sabemos que los mercados no siempre son perfectos, por lo que se han estudiado las “fallas” que suelen aparecer en los mercados por las cuales no siempre acabamos en una situación competitiva. Nuestro ideal es un gobierno que se enfoca en resolver estas fallas y entrometerse lo menos posible en las libertades en todo lo demás. Laissez-faire. De por sí, con solo enfocarse en las fallas de mercado puede tener una labor titánica para intervenir en un montón de tus “contraargumentos” (como la contaminación, la dotación de bienes públicos como museos y parques, el buen funcionamiento del sistema financiero, la educación, etc.).

Y hablando de fallas, la más severa de todas es la que está relacionada con la alta intervención gubernamental, para que veas el corazón de nuestra objeción. A diferencia tuya, no creemos que los “malos de la película” son las empresas de por sí, si no los incentivos generados de antemano por la mano del gobierno. Eso cuento del coco en “las transnacionales” es realmente irrisorio, sobre todo cuando grandes estadistas como Mugabe Hugo Chávez, Fidel Castro, Khadaffi o Evo son los que más despotrican al respecto. Cuando los gobernante pasan a sus cuates o a las “temibles transnacionales” derechos en un mercado con trabas intencionales a la competencia, se crea un monopolio artificial. Y por algo nos reímos cuando algunos creen que la acción gubernamental sin controles no va a generar situaciones de altísimo daño a los individuos y a la sociedad.

Una objeción que pones es al error de creer que el libre mercado genera monopolios en automático. A diferencia tuya, como prueba, no caeré en la falacia de generalizar con una muestra de uno, como Microsoft, que además no fue buen ejemplo (si le preguntas a sus accionistas, no verás un triunfalismo de “somos dominantes”, más bien preocupación de que en todos los desarrollos tecnológicos post-1995 son jugadores menores, ya sea la búsqueda por Internet, los OS de telefonía móvil, el intercambio de bienes de información, etc.). Podría contraargumentar usando tu falacia, con IBM, que tenía el 90% del mercado de las computadoras en los 70’s y ahora tiene el 0% (y de milagro no quebró). Me parece más concluyente apuntar al Índice Dow Jones, que tiene las acciones de las empresas más grandes y dominantes de EUA, y ver que hace 100 o 50 años tiene una composición distinta a la de hoy. ¿Qué pasó? La competencia en si tiende a desaparecer el dominio indiscriminado de uno. O lo que es lo mismo, el miedo al “control malévolo de las empresas” nomás vive en la mente idealistas o de los tiranos como los arriba mencionados, claro, a menos que los gobiernos (como en cierta nación bananera “tricolor”) fomenten y protejan a sus aristócratas.

Y ya que vimos que el argumento de que el “neoliberalismo genera más monopolios” es hueco, me podrás decir que no se enfoca en “el bienestar de la sociedad”. Además de que nadie sabe cómo medir “el bienestar”, los argumentos usados son muy débiles. La cantaleta de que hay más pobres y más desempleo y shalala se cae cuando se entiende el efecto de la competencia en los mercados, y por lo tanto en los bolsillos. Ciertamente se acaban las rentas de la empresa perdedora y veremos al empresario chillar sus pérdidas, argumentando a todos los pobres desempleados que se han creado. Pero el ausente es el consumidor, o sea, el resto de la sociedad, el cual se aventaja de no comprar televisiones Telefunken chafas, bicicletas Bimex de tercera, artículos de calidad dudosa, etc. ¿Y este beneficio al consumidor no cuenta o qué? (CONTINUA II)

FriedmanHayek dijo...

(CONTINUA III) Por que es vital entender el efecto agregado. Te invito a que en vez de buscarte notas de lo que dicen que hace la Shell en Nigeria veas esta nota seria: http://www.economics.harvard.edu/faculty/shleifer/files/JEL_2009_final.pdf . La producción mundial total, el PIB per cápita, las tasas de esperanza de vida, mortalidad infantil, educación, democracia, inflación, etc. son mejores a nivel mundial desde el ascenso del “neoliberalismo” en los 80’s. Y a pesar de que “el bienestar sufre por el genocidio neoliberal”, las cifras agregadas no mienten que al menos no estamos peor. Cuando me tengas compiladas un agregado igual que demuestre que efectivamente el mundo está peor y no simpáticas anécdotas que caen en la falacia de generalizar con un ejemplo, te lo compro.

Apuesto a que lo único que podría usarse es la “injusticia inherente de la desigualdad económica” dado que es indudable que “el neoliberalismo” no soluciona la igualdad. Bueno, nosotros nunca hemos creído que el sistema de libre mercado sea igualitario, sólo que es mejor para todos. Es tan sencillo como entender en qué mundo están mejor las personas: en uno donde existen dos panes y cada quién tiene uno o donde hay 20 panes, yo me quedo con 15 y tú con 5 y si te pones las pilas, al rato tú tienes 30 y yo 16 (y si, esos son las razones de cambio exponencial que se generan desde los 1830’s con el advenimiento del “capitalismo”). ¿Ya captamos por qué, a pesar del rollo que nos avienten de la igualdad en Cuba, la mayoría de la humanidad prefiere no irse a vivir allá?

Finalmente, es realmente lamentable que quieras descalificar los argumentos de por qué México sigue en el hoyo cuando hablas de “política neoliberal” (“La política económica aplicada por el gobierno se concentra en buscar estabilidad de precios, tasas de interés, tipo de cambio y crecimiento económico, y deja en un segundo o tercer plano el bienestar social y las consecuencias que dichas medidas puedan tener sobre él”). De entrada, ¿te cae que el Estado mexicano efectivamente fomenta el crecimiento económico? Jajajajajajaja. Luego, ¿Dónde has estado que no has visto los patéticas políticas desde “Solidaridad” de Salinas hasta el “Seguro Popular” PANista como de supuesto bienestar social? Y finalmente, te recomiendo muchísimo el trabajo de Reinhart y Rogoff sobre crisis para entender por qué importa la “estabilidad macroeconómica”. No entiendo la necedad de negar que MÉXICO NO ES UN PAÍS LIBERAL (o “libertario” o neoliberal”) y por lo tanto el fracaso de este país es que nunca hemos consolidado nada.

Bueno finalmente, en serio te juro que no tendría problema en que modelaramos el país como Noruega. Lo que creo que no se entiende es que NO NOS ALCANZA. Es como si alguien que gana 10 mil pesos quiere vivir como si tuviera 100 mil. Y hasta que no lleguemos a esos niveles de riqueza (unos 50 años o si regresa al PRI al poder, igual y unos 200), es una chaqueta mental hablar de lo deseable. Por algo Irlanda, Grecia, Portugal y hasta España andan pasando aceite aunque se creyeron que ahora si ya eran como Alemania, los escandinavos o Inglaterra. Si no fomentas la formación de riqueza, la producción, el crecimiento, etc. o sea, lo que no hace LA UNIÓN EUROPEA no puedes crecer.

Maik Civeira dijo...

¡Clap, clap, clap! Felicidades, Kyuu, excelente texto.

Nota aparte, me molesta que se confunda el liberalismo económico con el liberalismo social, que muchas veces uno está peleado con el otro. En general, yo no llamaría liberal, ni libertario a un neoliberalista. Liberal el que lucha por la libertad de la gente, no de las empresas, carajo.

Anónimo dijo...

Yo creo que si existe un sistema humano perfecto, de hecho fue el que empleamos para evolucionar y convertirnos en homo sapiens en primer lugar: el tribalismo.

Más del 90% del tiempo que hemos habitado en este planeta, lo hicimos viviendo de esa forma, la única realmente sustentable.

one way dijo...

Estimado Kyuutz:
Buen desarrollo, las ideas económicas son un terreno difícil y mezclan fácilmente concepciones reales políticamente relevantes con ideales doctrinarios popularizados en lugares comunes (no que yo crea que estos últimos no tengan importancia). Bravo por el entusiasmo con el que te avientas a abrir un campo de discusión en ese terreno un poco fangoso y ambiguo, se nota que ya tienes callo echándote estos tiritos jajaja,
Me gusta tu actitud de hastío frente a esa banda de pensamiento gris e insípido que repite torpemente preceptos económicos mal entendidos, y sienten que están defendiendo su propio interés económico... parecen como zombies que salen de todas partes y que no se mueren, aunque han disminuído ligeramente su número desde que eran la aplastante mayoría en los noventas.
Para la discusión real, presiento que el señor "FriedmanHayek" (jajaja, no mames) te va a dar mucha batalla, pero anticipo una buena conclusión para el debate:

"Te das una idea de cómo piensan estos botarates y su mezquinidad clasemediera."
JAJAJAJAJAJAJA

Muy acertado.


Pd. Date una vuelta acá al blog wey, te agradecería algún comentario sincero. Saludos

Jhon Brando dijo...

El simple hecho de escuchar que el libre mercado es regulado por una “mano invisible” (como Ricardo y Smith lo aseguraban) ya es algo que llama la atención. Analizar el capitalismo y sus efectos es algo tan extenso que se iría toda una vida en ello, de hecho hay quienes viven de hacerlo. Hay que hablar de revolución industrial. De cómo el modo de producción industrial trastocó desde el fondo el statu quo de una sociedad global entera. De los efectos que éste tiene sobre la suerte de la clase obrera. De cómo con la consolidación de la oligarquía financiera y el surgimiento del monopolio el capitalismo asumió lo que Lennin llamó una fase superior del mismo: el imperialismo. De cómo después del consenso de Washington de nueva cuenta vuelve a mutar para convertirse en lo que muchos analistas económicos llaman “neoliberalismo”. Pero para eso, sesudos economistas, filósofos políticos y demás entes, ya nos han regalado kilométricos ensayos. Algunos excelsos. Otros burdos. Cuestión de enfoques.

En sí, el capitalismo surgió con “deficiencias” extraordinarias. Engels y Marx emplearon la mayor parte de su vida analizándolas, por ejemplo. La lucha por la adjudicación de nuevos espacios vitales, como lo fueron la Primera y Segunda Guerra Mundial –causas directas del imperialismo, por cierto- abrieron la pauta para poner en práctica un modelo económico “alternativo” al capitalismo. La interpretación de Lennin del marxismo, la de Trostky y la de Stalin siempre fueron distintas; a tal grado que los segundos terminaron peleados hasta la muerte. En la actualidad, mucha gente considera al Socialismo como el gran fracaso del siglo XX pues cayó. El problema no es y nunca fue el socialismo, sino las diferentes interpretaciones que cada uno de sus seguidores hizo de él. La liberalización velada de la economía soviética (Perestroika) hizo que los sectores estratégicos sobre los que se apoyaba el socialismo se desmoronara.

En el capitalismo pues, al igual que en socialismo, el problema neurálgico no reside en el modelo de producción como teoría, sino en los efectos que éste causa al aplicarse con distintas interpretaciones. El capitalismo, desde sus inicios, tuvo, tiene y tendrá siempre la tendencia básica a la acumulación. Utilizará cualquier medio como palanca para dicha acumulación. Hay que tener en cuenta que una sociedad no puede dejar de consumir y para ello es necesario producir constantemente; repetir una y otra vez las mismas fases del proceso productivo que es en dónde se encuentra el plusvalor. Plusvalor que no es otra cosa que el producto de la efectivización de la fuerza de trabajo. Para que esta fuerza de trabajo exista es necesario que quienes no son dueños de los medios de producción la ofrezcan en el mercado y es, efectivamente, en la esfera de la circulación mercantil dónde el capitalista encuentra la fuerza de trabajo. El origen del plusvalor no es posible hallarlo en el intercambio de mercancías, para ello hay que voltear al proceso previo que existe antes de que éstas lleguen al mercado: el trabajo.

Jhon Brando dijo...

La mayoría de la gente, por desgracia, no toma en cuenta los factores arriba descritos para entender lo qué es el capitalismo; su génesis. Sin duda una liberalización indiscriminada de una economía tiene efectos nocivos. “El milagro chileno” de los Chicago Boys habla por si sólo. Se consiguieron estándares positivos en los primeros años de la implementación de dichos mecanismos de regulación económica. Incluso se puede hablar de un incremento notable en el PIB y en la producción de bienes y servicios en una primera etapa, sin embargo, la apertura de los mercados sin planeación dejó completamente desprotegida a la economía chilena ante las crisis.

Por el otro lado, el caso de China es digno de mención. Utilizando el liberalismo económico de manera mesurada logró sacar del rezago a gran parte de su población. Lo gestionó con cuidado y paulatinamente pues no se precipitó a abrir sus propios mercados de forma indiscriminada a las importaciones y capitales especulativos extranjeros. La mayoría de las crisis económicas que se viven en los países sub desarrollados son perfectamente evitables y obedecen más a errores de planeación en política económica por parte del Estado que al modelo de desarrollo mismo. Para matizar esto es claro el ejemplo del gobierno de Obama que ante la crisis inmobiliaria invirtió más de 800 000 mdd para reactivar la economía en contraste con el de México que se despachó con una impuestisa en plena recesión.

La liberalización de la economía no tiene porque ser precisamente un problema que agudice el rezago. El problema es, repito, cómo, quién y para qué lo usa. Y no nos engañemos, pues esta política fue diseñada desde sus inicios como una fuente de acumulación de riqueza; riqueza que, en el caso de México, debería estar mucho mejor distribuida pero eso es algo que, sinceramente, dudo que suceda en el futuro próximo.

Mientras las instituciones financieras internacionales como el FMI y el BM, y los Estados no se comprometan a implementar políticas de control del mercado de manera que éste funcione de forma más equitativa no hay mucho que hacer al respecto.

"Buenas Noches, Buena Suerte"

AC Uribe dijo...

Muy buen post. En el fondo, sospecho que la "mezquindad clasemediera" está detrás no sólo de las malas ideas, sino también de algunas buenas - me gusta creer que el ser humano se inclina por la vida buena, empezando, por supuesto, por SU vida buena.