Por compromiso y añoranza quisiera hacerla sobre Alemania. Si lo hago así, sería una tesis que versaría fundamentalmente sobre los conceptos de memoria y olvido a lo largo de la historia reciente alemana. ¿Por qué se decide olvidar ciertos hechos? ¿Por qué recordar otros? ¿Quién lo decide?
Es un tema que me apasiona, pero sigo demasiado perdido. No tengo un eje claro y todo lo que pienso son más corazonadas que argumentos sólidos y con fuentes comprobables. Por si eso fuera poco, también siento que no tengo, por el momento, ni la capacidad ni los recursos suficientes para hacer una investigación profunda y verdadera sobre este tema.
¿Qué hacer?
Obviamente he pensado en cambiar de tema de tesis, pero al pensar en esa opción tengo la misma sensación de incertidumbre y confusión. Hay muchísimos temas que me llaman, desde el proceso histórico de las guerrillas en Colombia hasta la política medioambiental mexicana, pero no me decido por nada, no sé por dónde agarrar un tema para hacerlo tesis. Sigo pensando que una tesis no es simplemente una investigación descriptiva, sino que se trata de una propuesta, una aportación en el campo de las ciencias sociales. Y eso es lo que estoy buscando hacer... con nulos resultados.
Sigo pensando, sigo leyendo, pero inevitablemente llegan días como éste en donde todo es terriblemente oscuro e indefinido. Los sueños se detienen y entiendo que mucho de lo que tengo son apenas ilusiones. Los otros proyectos que giran a mi alrededor me animan y me despiertan una energía nueva, pero son insostenibles en el mediano plazo: no hay recursos y cada vez hay menos tiempo. Debo aprovechar mejor lo que tengo y enfocarme a lo necesario.
El ideal romántico, las ansias de aventuras, los proyectos vitales quedarán para después. Primero la tesis, luego un buen trabajo, luego dinero, luego ya se verá. Así, me han dicho, tiene que ser la vida cuando uno está al borde de la quiebra y a mitad del proceso de titulación.
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