Me siento muy desubicado últimamente, con mucho cansancio físico y mental, relativamente harto, y con un déficit de atención muy grande. Empiezo proyectos que luego se quedan trabados, sucumbo ante el insomnio de manera voluntaria, concibo ideas que nunca realizo y retomo viejas empresas sin tener una idea clara de por qué lo hago. En fin, lo anterior sólo para decir que necesito encontrar -y pronto- nuevas energías para la vida. Caray, qué pesimismo el mío. Más allá de las lamentaciones personales, hoy quiero volver a los temas de política internacional. Ya fueron muchos días y muchas entradas dedicadas a la influenza.
Pues bien, el día de hoy intentaré ser breve y conciso. El tema que me ocupa es la posibilidad de que el presidente Álvaro Uribe pueda presentarse como candidato para una segunda reelección.
Pero primero los considerandos propios: estoy a favor de la reelección inmediata, pues considero que es una manera de que los servidores públicos que llegan a su cargo por medio del voto popular rindan cuentas ante la población. No es la mejor medida de rendición de cuentas, eso es obvio, pero al menos así se pueden generar incentivos para que los servidores públicos realmente trabajen en favor de los ciudadanos. Sin embargo, estoy en contra de los proyectos personales de aquellos gobernantes que, aunque populares, buscan perpetuarse en el poder. Estuve, al igual que muchos, en contra de los reiterados intentos de Hugo Chávez para modificar la constitución venezolana para poder presentarse como candidato presidencial en las elecciones de 2013, y de ganarlas, mantenerse en el poder hasta 2020, como mínimo.
Por eso mismo ahora reitero mis ideas: no presidente Uribe, no sucumba ante la seducción de un nuevo mandato. Su popularidad es enorme, tiene más de 80% de aprobación interna, se ha ganado el respeto de propios y extraños gracias a su decidida estrategia de enfrentar a las FARC en todo el territorio colombiano, logró el rescate de Ingrid Betancourt, ha mantenido la economía en niveles de estabilidad nunca antes vistos. Sin duda ganaría fácilmente una nueva batalla electoral. Pero en ese tipo de decisiones se encierra la diferencia entre un estadista y un dictador en potencia. George Washington pudo haberse perpetuado en la presidencia de los Estados Unidos en 1797, pero rehusó presentarse a una segunda reelección, marcando con ello un precedente fundamental en la democracia estadounidense.
Usted tiene la oportunidad de ser más que un caudillo y encabezar un proyecto político de largo aliento para bien de su país, porque usted lo sabe: son las ideas y las instituciones, más que los hombres, las que permanecen. No se equivoque.
4 comentarios:
No veo nada de negativo en la reelección de Uribe, me parece muy extremista hablar de un dilema dictador-estadista. Si alquien está haciendo las cosas bien, desde luego debe de continuar con el proyecto. Quizás podría existir una prudencia histórica que le permitiría retirarse en la climax de su popularidad y así ser recordado. Sin embargo el hecho mismo de la reelección tranquilizaría más a un país que ha estado sumergido en una cruenta guerra por varias décadas y comienza a pacificarse. La Democracia en sí no es una medicina mágica de efectividad política, se debe de apostar a lo funcional y práctico, no a lo romántico y abstracto. Sí las cosas están bien en Colombia, enhorabuena.
Estoy de acuerdo con Luis pero no por el ejemplo en cuestión, sino por el argumento que lo rodea. No me cae bien Uribe. Y no es sólo una cuestión sentimental (eso de que me caiga bien o mal): no estoy de acuerdo con sus políticas, con su incongruente y exagerado acercamiento al gobierno de Bush II, a la continuación de su plan colombia y con su inclinación conservadora. Pero eso es secundario. El punto es que el mecanismo de reelección no debe ser analizado de forma maniquea. No: que un presidente se reelija una sóla vez (o ninguna) no lo hace mejor que uno que quiera reelegirse dos o más veces. ¿Cuántos periodos puede mantenerse un primer ministro en el poder en un gobierno parlamentario? LOS QUE SEAN, todo depende de los votos de la gente. Claro, nadie se queda más de 20, pero podrían, y no porque los mecanismos políticos se los impidan, sino porque la gente ya no quiere.
La pregunta es, ¿es necesario que Uribe no se reelija por que es Uribe o es necesario que Colombia no aplique, legalmente, un mecanismo de reelección indefinida? Si la pregunta que cuenta es la primera, entonces contestemos, abiertamente, diciendo que Uribe nomás no ha hecho bien las cosas y que no debe seguir en el cargo. Si es la segunda pregunta, entonces caemos en el riesgo de argumentar que la sociedad colombiana no está lista para un mecanismo tan democrático como la reelección indefinida.
El punto que yo sí critico de la reeleción indefinida, como en el caso de Chávez, es la imposibilidad o la falta de voluntad de estos sujetos de formar una estructura política (cuadros, políticos, sociedad en general) que les suceda con el proyecto político y económico que han preconizado. Así, lo desagradable de la reelección de Chávez no es su proyecto socialista del siglo XXI, sino su enfermiza voluntad de concentrar en su persona el poder.
Por cierto, quizá sea el momento de agregar un post scriptum:
Hoy el Senado colombiano aprobó la propuesta de ley para modificar la constitución y hacer legar un tercer periodo presidencial. Pasará a las urnas en referendum.
http://news.bbc.co.uk/2/hi/americas/8058690.stm
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Uribe/cerca/tercer/mandato/elpepuint/20090520elpepuint_3/Tes
Saludos
Estoy de acuerdo con el artículo, primero que todo quiero expresar mi apoyo al presidente Uribe, por su gestión que ha llevado al país a ser mas optimista ante una guerrilla como la FARC, pero estoy en desacuerdo con un tercer mandato, es hora de elegir nuevos dirigentes que lleven al país por camino correcto hacia la paz por medios pacificos, pero debemos hacerlo de una forma responsable, informándonos muy bien para no dejarnos llevar por ideas populista que a la larga no sirven de nada, recientemente encontré un portal colombiano dedicado a brindar información clara y objetiva, con respecto al tema de las elecciones 2010.
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