viernes, 3 de octubre de 2008

Quizá, tal vez...

Quizá el amor obstinado nunca logre resarcir los días perdidos, sin embargo, nuevos vientos vendrán y alegrarán tu corazón. Quizá la tristeza profunda nunca pueda cambiar lágrimas por besos, sin embargo, otros rostros se acercarán a tu oído y te dirán con suspiros lo que no supiste demostrar con actos. Encontrarás en el silencio más amigos y una mirada te dirá "te amo". Quizá la rabia impotente no te lleve hoy a ningún lugar, pero mañana habrás aprendido que la vida es más que sólo juego y que el amor mucho más que sólo letras. Así pues, te digo lo que ya sabes: es la incomprensión, y no la soledad, lo que más hondo hiere al alma. Quizá algún día abrás los ojos y comprendas que incluso la locura necesita seriedad.

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