jueves, 16 de octubre de 2008

La Resonancia Magnética

Hoy tuve una mañana atípica: pasé más de cuarenta minutos en una especie de cápsula rara escuchando sonidos raros (no Chamaco, no he fumado nada y tampoco fueron alucinaciones, jaja). Todo con el objetivo de intentar descubrir por qué chingaos tengo una presión arterial tan alta (150/100 aprox.). Bien, después de dos ultrasonidos renales, dos exámenes de sangre y varias pruebas de orina, por fin hoy me hicieron el último estudio que me faltaba: la resonancia magnética, pues de esta manera se puede saber si tengo o no tengo en la región abdominal algún intruso malvado que esté provocando la hipertensión. Sí, bueno, no es la entrada más amena que podría escribir, lo sé, pero así fueron las cosas:

Primero, llegar a las 10.00 am. a los Laboratorios Polanco que están justo enfrente del Centro Médico Siglo XXI. Tomar un turno y esperar a que lo atiendan a uno.

Segundo, llenar un cuestionario y firmar una hojita en la que uno se "compromete" a no moverse una vez dentro de la cápsula durante los 45-60 minutos que dura el estudio (jaja, me dio un poco de risa que te hagan firmar algo así "¿y si me muevo qué me hacen?"-pregunté, "nada, nomás te regaña el doctor"-me contestó la señorita)


(La "Cápsula")

Tercero, llegas a un cuartito en donde debes dejar todos tus objetos metálicos y la enfermera pregunta "¿necesita medio de contraste?" (o sea que te inyecten alguna cosa en la vena para que sea más claro el estudio). Respondo que no, pues en este caso yo no lo necesitaba, según mi cardiólogo.

Cuarto, te acuestas en una especie de cama individual que está sobre un riel, por fuera de la cápsula. El doctor llega, coloca unos cables, unos sensores, una especie de "tabla" en la región abdominal, te pregunta si no eres claustrofóbico, te da las últimas indicaciones. "Por ningún motivo te muevas, si quieres toser o te comienzas a sentir mal, inmediatamente nos avisas". Con frases así uno se siente re-tranquilo, ja.


(Pues sí, así son los momentos previos antes de la entrada a la "Cápsula")

Quinto, el doctor te pone unos cascos auriculares como los que usaba Jacobo Zabludovsky en sus buenos tiempos. Los cascos sirven para dos cosas: para que no se te destruyan los oídos debido a los ruidos extraños que hace la maquinita y para que el doctor se pueda comunicar contigo en todo momento.


(Sonidos raros durante 45 minutos, si no fuera por los cascos uno terminaría más loco)

Sexto, entras a la cápsula. El doctor -que quién sabe a dónde se fue- te habla por los auriculares. "¿Me escuchas bien?"-pregunta. "Sí"-respondo. Se empiezan a escuchar los primeros sonidos raros. Y luego, "Respira profundo por la nariz... ahora saca el aire, todo, contén la respiración lo más que puedas..." Y bien, esa frase la escuché, sin mentir, más de cien veces. Y es increíble, los sonidos raros siempre son distintos. A veces más agudos, a veces más graves.





Séptimo, después de cuarenta y cinco minutos de respirar profundo, sacar el aire y contener la respiración lo más que pude... se siente como empiezas a salir de ese lugar encerrado. El doctor llega, te quita los cables y los sensores y te dice: "muy bien, puedes pasar por tus resultados el miércoles de la próxima semana".

Octavo, uno sale de los laboratorios medio atarantado pensando: "Hasta eso estaba buena la música magnética".




Pues bueno, así fue la mañana de hoy. ¿Qué pasará? No lo sé, sinceramente estoy un tanto nervioso. En fin, mientras tanto, ¿vamos por unas yardas?


2 comentarios:

Mujer del traje gris dijo...

Yo me apunto.
Con las yardas seguro se te van (al menos temporalmente) los nervios.

Desde luego yo no hubiera awantado sin moverme tanto tiempo.

Buen blog.
Te sigo leyendo.
SAludos.

Quike dijo...

Un dato curioso de la resonancia magnética:

El dispositivo de la RMN (Resonancia magnética nuclear) fue investigado por una científica alemana (creo que es dueña de la patente) y diseñado, construido y probado por un ingeniero mexicano. Ese ingeniero recibió un premio (perdón por la falta de datos) y lo hicieron director de la DGSCA en la unam.

Renunció al puesto tras denunciar un acto de corrupción en la universidad (un acto que involucra al actual rector) y se hizo maestro en la facultad de ingeniería.
Curioso encontrarme tomando clases con el.
Un saludo Jordy, luego te platico con más detalle