Durante meses, tantos que ya ni siquiera me atrevo a contarlos, me he mantenido al margen de todo lo que tiene que ver contigo. No profundizaré en mis razones, son demasiadas y todas contradictorias, pero supongo que las intuyes. Sin embargo, no ha sido fácil.
De verdad que no ha sido fácil.
Mis palabras, éstas, que siempre habían sido tuyas, se transformaron con el tiempo. El silencio y las ficciones, lo sabes bien, buscaban un destinatario cada vez más alejado, nebuloso, onírico.
Hoy he sido escueto, pero detrás de esa pregunta están miles, millones de pensamientos, preocupaciones, miedos e incertidumbres. También algunas certezas.
Disculpa lo imprevisto y lo lacónico. No pretendo nada. Sólo quiero saber que, dondequiera que sea, estás bien.
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