viernes, 5 de diciembre de 2008

Un viernes ¿vertiginoso?

Aprovechando un momento de relativa quietud, escribo esta entrada. Intentaré ser breve:

Primer axioma: es angustiante ver cómo la calidad de vida se puede reducir tan drásticamente en cuestión de días.

Ahora un poco de historia: la primera vez que sentí este tipo de vértigo fue hace más de un año durante mi viaje con Luis por el viejo continente. En aquella ocasión, los mareos los tuve apenas unos días y los sentía sobre todo al levantarme por la mañana. Nunca duraban más de cinco segundos. En ese entonces pensé que el vértigo se debía a que caminábamos mucho y a que siempre comíamos sin hora definida. No le di mayor importancia. Pasaron los días y los mareos desaparecieron, pensé que completamente y para siempre. Sin embargo, reaparecieron durante mis primeros días en Berlín este año. De nuevo, primero lo atribuí a alguna cuestión geográfica y/o magnética absurda y disparatada: "Berlín tiene mucha menos altitud que la ciudad de México y quizá a mayor presión atmosférica, más mareos; o tal vez como estoy más cerca del polo magnético de la tierra, mis genes mutantes están reaccionando". También pensé que se debía a que comía poco y mal. Todo se agravó cuando el vértigo "mutante" vino acompañado, además, de la hipertensión "atípica". Obviamente pensaba que las dos cosas estaban relacionadas, pues llegaron casi por las mismas fechas, pero después de la tremenda cantidad de estudios y ultrasonidos y demás cosas que me hicieron los últimos meses, resulta que no.

Segundo axioma: soy un estuche de monerías.

Además de la hipertensión, sufro de Vértigo Posicional Paroxístico Benigno. [El nombre es sumamente curioso: por un lado lo de "paroxístico" suena terrible y, por otro, hasta te da un poco de ánimo eso de "benigno"]

Como sea, ya desde Berlín la doctora que me trató la hipertensión me había hablado de este padecimiento y me recomendó ir a un otorrinolaringólogo. No lo hice. Aunque los mareos eran constantes, diarios, duraban apenas unos segundos y no eran tan fuertes. Así que por eso y quizá también por las complicaciones del lenguaje (y por estúpido) decidí esperar hasta mi regreso a México.

Llegué a México en septiembre y en octubre fui con una otorrinolaringóloga. Me examinó y el diagnóstico fue claro y conciso: en efecto, hay unas "piedritas" (que todos tenemos) que no están en su lugar en mi oído derecho, lo que me provoca el VPPB. Me recomendó hacer una cita para el "reacomodo de piedritas", pero me advirtió seria y tajante: "El día que vengas tienes que traer un collarín blando y un familiar que te ayude a caminar. Después del reacomodo vas a necesitar tres días de reposo absoluto, así que haz un espacio en tu agenda". Nuevamente, por wey, no encontré el momento indicado. Los días pasaban entre comidas con la familia, fiestas con los amigos, trabajos atrasados y un vértigo cada vez más pequeño. Hasta que de pronto, un día tuve el peor mareo que había tenido hasta entonces. Fue tan grande que me tuvieron que pedir un taxi para regresar a casa. Esa noche la pasé fatal y los días siguientes intenté moverme lo menos posible. ¡Y el mareo desapareció por completo! O al menos así lo creí.

El gusto me duró apenas mes y medio, pues ayer regresó más agresivo y feroz que nunca.

Tercer axioma: el vértigo es terriblemente frustrante
(si no lo han leído, vean este post aquí).

Al estar permanentemente mareado no se puede hacer nada: no puedes leer, no puedes trabajar, no puedes manejar, no puedes caminar, no puedes enfocar, no puedes platicar, no puedes salir con los amigos; en fin, tampoco te apetece hacer nada. Bueno, puedes volver el estómago, eso que ni qué

Por fin, mañana tengo cita a las 10 de la mañana con la otorrinolaringóloga y espero que me arregle.

NOTA: Gracias a los que han mostrado su preocupación genuina con este viejo achacoso de veintidós años.


4 comentarios:

ViCass dijo...

¿y qué resultó de las resonancias magnéticas? que por cierto son una tecnología muy alemana

Ana De Longa dijo...

Mi vida de achaques!

Jajajaja...

Espero que todo salga bien y se componga para que entre de nuevo a la competencia por la presidencia del 2024!

Aqui lo espero!

The travelling Moffin dijo...

Definitivamente te he cedido el lugar como "persona más achacosa de la generación"... pasa a la siguiente ventanilla a recoger tu trofeo en forma ya no de receta, si no de expediente médico.

Cuídate :D

Aquiles Digo, antes Jordy dijo...

¡Ja! Mi querida Alba, he de decir que después de tanto esfuerzo lo he conseguido: te superé en algo, en achaques. ¡Saludos mi estimada!