jueves, 4 de diciembre de 2008

La sonrisa escatológica y la ilusión de la permanencia

[Esta entrada se publicó originalmente en el Insurgentes Street Journal]

Antes de comenzar con el tema propiamente dicho quisiera dejarles algunas notas breves: estoy muerto de cansancio y ansío dormir al menos diez horas seguidas; el cambio climático sigue su marcha indefectible; China continúa creciendo mientras las principales economías del mundo se desploman; en la cama me espera una chica bielorrusa despampanante cuyo nombre no he preguntado aún. Ehh, sí.

Bien. Ahora lo realmente serio. Es momento de hablar, oootra vez, de Chávez, uno de los personajes más polémicos del continente. Un líder carismático, idolatrado por unos, odiado por otros. Un político que se ha vuelto showman. Un ser humano que, más allá de bondades y maldades intrínsecas, francamente saca de sus casillas a cientos, miles, millones de personas en el mundo. En ocasiones, por qué no decirlo, me incluyo.

Comencemos, pues, con las definiciones: nunca he criticado al presidente venezolano por sus "objetivos" ni por sus "ideales", entre los que destacan, por ejemplo, la integración bolivariana, la lucha contra la pobreza y el analfabetismo, las campañas de salud, etcétera. Sin embargo, han sido sus "medios" los que por lo general me han parecido deleznables.

Nadie le negará inteligencia e ímpetu, pero le sobra cinismo y odio. Un ejemplo rápido: el señor ataca día y noche a las cadenas de radio y televisión venezolanas y amenaza con quitarles las concesiones, etcétera, pero olvida que él nació como figura pública nacional justo por la atención que le brindaron estas empresas en su fallido golpe de Estado en 1992. Y qué me dicen de sus discursos en los que se llena la boca invocando la palabra "democracia" y en los que repite sin cesar "aquí se tiene que respetar la decisión de la mayoría" pero de pronto aparecen notas como ésta:

Chávez llama a "barrer" a los opositores recién electos.

<<"No le tenemos miedo a cuatro fascistas, al pueblo lo llamo a la movilización permanente. Ellos no vienen a gobernar una alcaldía o una gobernación, ¡ellos vienen por Chávez! (...) Preparémonos, generales, almirantes, porque los barreremos, no les daremos cuartel. Nosotros estamos dispuestos a morir por la revolución bolivariana", dijo Chávez la noche del viernes, durante la toma de posesión de su ex ministro de Defensa, Jorge Luis García Carneiro, como nuevo gobernador del Estado de Vargas.>>

Me atrevo a decir que la máxima política "forma es fondo" adquiere aún más significado con el presidente venezolano. No sé qué pensarán ustedes, pero me parece que por más buenas intenciones, Chávez lleva siempre consigo el germen del líder autoritario (¿dictador totalitario?) más rancio y más peligroso del continente americano. Y justamente, por esto y otras cosas más, es más fácil detectar el tufo de dictadorzuelo en las presentaciones y alocuciones de Chávez. Por ejemplo, vean esta nota:

Chávez se autoproclama candidato de su partido a las presidenciales de 2012


Todo sea por el show, parecería decir Chávez tácitamente. Da igual qué piense la gente, los antiguos compañeros de armas o incluso los mismos partidarios, el ánimo de hacerse gobernante perpetuo ha seducido a Chávez desde hace tiempo ya. Su ilusión: el poder continuo. Desde hace tiempo que dejó a un lado la careta del político demócrata y tolerante y se convirtió en un fetichista del poder. Se huele y se percibe en sus maneras tan pedestres para gobernar, en sus fórmulas para ofender al adversario y en sus dislates discursivos en los que lo mismo se compara con Castro que con Cristo.

Bien, como sé que esta generación es más visual que lectora, no acaparo más espacio y les dejo aquí una verdadera joya, digna incluso de un estudio psicológico. Por favor, vean la sonrisa de Chávez cada vez que pronuncia la palabra "mierda", pero sobre todo la que muestra en el segundo 50 y díganme qué opinan.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Así es mi querido Jordy,
Chávez (cómo quedo probado en mi reciente trabajo) es un fenómeno mediático.

Tiene una manera muy particular de dirigirse a los medios, cómo nadie más y eso le encanta. Su relación amor-odio con los medios es sólo una estrategia más para que le den toda la atención que él necesita y mira que bien lo logra.

Ahora lo que me preocupa (y sí lo hace), es que como se quitó la careta de "democrático" qué hará con la oposición venezolana, con los gobernantes de la oposción y qué hará para reprimirlos, porque además de que no contamos con una oposición unida si nos reprimen yo creo que será aún más inestable.

Cómo dices, no se le puede negar inteligencia pero si es un ... creo que estoy comenzando a intensear.. tú ya sabes lo que pienso de Chávez. Es un culto a la personalidad, todo se demuestra cuando dice "Yo estoy convencido que él único que puede manejar este país en este momento histórico que estamos viviendo, se llama Hugo Chávez Rafel Frías" (24/09/2006)

Freak...

Viste los videos?!

ViCass dijo...

Por poco me voy a la derecha.
Es un déspota sí, pero hay que reconocer que el triunfo de un hombre se calcula por el número de sus enemigos y creo además que la historia la hacen este tipo de hombres
algunos con popularidades mediocres, y otros que imponen respeto. Concuerdo contigo en que su falta de diplomacia, chismes y comadrerías lo alejan de ser un hombre que imponga respeto, pero vaya que sabe dar dolores de cabeza.

Ana De Longa dijo...

Megalómano empedernido, eso es lo que refleja la sonrisa de Chávez. Pobrecito! ya lo perdrimos hace varios años. por ahí dicen que es importante comprarte la idea que quieres darle a lso demás de ti, pero este hombre zucumbió ante sus supuestos "encantos" y está más que enamorado de sí mismo: cree que todas sus patrañas, defiende una causa que sólo en su mente tiene sentido.

Pobrecito!